Sexualidad y Salud

Hablar de la posición de perrito es mucho más que referirse a una de las posturas sexuales más populares del Kamasutra. Como ginecóloga especializada en salud sexual femenina y bienestar íntimo, he acompañado durante más de 15 años a mujeres que desean explorar su sexualidad de forma libre, consciente y sin tabúes.

Aunque muchas personas la asocian únicamente con la penetración profunda o el placer masculino, la posición de perrito puede ofrecer una experiencia profundamente conectada, placentera y empoderadora para las mujeres — siempre que se practique con conciencia corporal, consentimiento y adaptación a las necesidades individuales.

En este artículo te invito a desmontar mitos comunes, descubrir cómo adaptar esta postura a tu anatomía y cómo maximizar el placer, incluso si estás explorando tu cuerpo en solitario. También te compartiré cómo incorporar juguetes como el Sensa – Mujeres masturbador con succión ergonómico y silencioso puede transformar tu experiencia de autoplacer o de juego en pareja, incluso al experimentar con la posición de perrito en nuevos contextos.

La posición de perrito, también conocida como “doggy style” o postura de cuadrupedia, es una de las más antiguas y recurrentes tanto en el imaginario erótico como en la práctica real. Según un estudio publicado en el Journal of Sex Research (2015), más del 85% de las parejas heterosexuales han experimentado esta postura al menos una vez, y el 44% la consideran entre sus favoritas debido a la penetración profunda que permite.

Sin embargo, esta popularidad no siempre se traduce en una experiencia positiva para todas las mujeres. Diversos factores —como la falta de lubricación, la presión sobre la zona lumbar, o la falta de estimulación clitoriana directa— pueden hacer que la postura resulte incómoda, invasiva o desconectada emocionalmente si no se adapta correctamente.

Además, muchas representaciones en medios pornográficos tienden a mostrar la posición de perrito desde una perspectiva masculina, dejando de lado el placer femenino, el consentimiento o la conexión emocional. Esto contribuye a una percepción limitada y poco realista de lo que puede ser esta postura dentro de una experiencia sexual saludable y consensuada.

Desde el enfoque de la salud sexual consciente, es clave entender que no hay una única manera correcta de practicar esta postura. Al contrario: cada cuerpo es distinto, y adaptar la postura a tu ritmo, a tus sensaciones y a tu bienestar es parte fundamental del empoderamiento erótico.

Aquí es donde entran en juego recursos como los juguetes de estimulación externa, por ejemplo, el Sensa. Su forma ergonómica y silenciosa permite añadir placer clitoriano durante la penetración en esta posición, rompiendo así la idea de que el perrito es una postura pasiva para la mujer.

A lo largo de este artículo, desmentiremos ideas erróneas, conoceremos el impacto anatómico real de esta postura y exploraremos formas de convertirla en una experiencia consciente, placentera y totalmente centrada en tu bienestar.

La posición de perrito ha sido históricamente celebrada por permitir una penetración profunda, pero muchas mujeres se preguntan si realmente es placentera para ellas o si simplemente responde a una fantasía masculina. La respuesta no es universal: todo depende de la anatomía individual, el nivel de comunicación en la pareja, y sobre todo, de la conciencia corporal con la que se practique.

Desde el punto de vista ginecológico, esta postura puede estimular zonas internas como el fondo vaginal o incluso el cuello uterino en algunas mujeres. Sin embargo, esta misma profundidad puede generar incomodidad si no se respetan los límites físicos o emocionales. Además, al no haber estimulación clitoriana directa, muchas mujeres no alcanzan el orgasmo solo con la penetración en esta postura.

Por eso es fundamental integrar recursos que complementen la experiencia y devuelvan el protagonismo al placer femenino. Uno de ellos es la estimulación externa adaptada al momento. Juguetes como el Sensa – Mujeres masturbador con succión ergonómico y silencioso pueden usarse fácilmente durante la posición de perrito, ya sea en manos propias o de la pareja, para mantener el estímulo constante sobre el clítoris y equilibrar la experiencia.

Contrario a la visión pasiva que muchos tienen sobre esta postura, el perrito puede ser profundamente liberador para muchas mujeres si se adapta con inteligencia y respeto al cuerpo. Algunos beneficios que destacan mis pacientes incluyen:

• Mayor sensación de control interior: Al tener menos contacto visual, algunas mujeres reportan sentirse más libres de juicios, lo que favorece el abandono al placer.

• Acceso a zonas poco exploradas: La curvatura de la espalda en esta postura permite que el pene (o un consolador) toque puntos internos diferentes que en otras posiciones.

• Posibilidad de estimulación combinada: Al mantener las manos libres, se puede integrar perfectamente la estimulación con juguetes como el Sensa, que además de succionar de forma silenciosa, se adapta cómodamente a la vulva sin interrumpir la dinámica de la penetración.

La clave está en entender que la posición de perrito no tiene una única forma. Usar cojines para ajustar el ángulo de la cadera, mantener la espalda recta o permitir cierta flexión en los brazos puede marcar una gran diferencia en términos de comodidad y disfrute.

Mito 1: "Es una postura diseñada solo para el placer masculino."

Este mito ignora la realidad de que muchas mujeres disfrutan de la profundidad, el ritmo y el cambio de perspectiva que esta postura ofrece. Con las adaptaciones adecuadas, puede ser tan centrada en el placer femenino como cualquier otra.

Mito 2: "No se puede tener intimidad emocional en esta posición."

El contacto visual no es la única forma de conexión. A través del lenguaje corporal, la sincronización del movimiento y el consentimiento continuo, la intimidad puede estar muy presente. Incluir frases como “¿así te gusta?” o “¿quieres que lo haga más lento?” refuerza la conexión emocional, incluso sin mirarse a los ojos.

Mito 3: "Es incómoda o dolorosa para la mayoría de las mujeres."

Si bien algunas mujeres pueden sentir molestias en la zona lumbar o pélvica, eso no significa que sea una postura inadecuada. En muchos casos, el problema se resuelve con ajustes simples: cambiar el ritmo, modificar la inclinación de la pelvis, o añadir lubricación adicional.

Además, introducir estimulación externa como la que proporciona el Sensa puede generar un nuevo foco de placer que compensa cualquier incomodidad y transforma la experiencia en una mucho más equilibrada.

Como profesional de la salud íntima femenina, estos son los consejos que suelo ofrecer en consulta para vivir esta postura desde el placer y la conciencia corporal:

• Comunicación previa y durante
  Antes de practicar esta postura, habla con tu pareja sobre tus límites, expectativas y zonas sensibles. Durante el acto, mantén una comunicación abierta sobre intensidad, ritmo y sensaciones.
• Usa lubricantes adecuados
  La fricción en esta postura puede ser más intensa, por lo que un buen lubricante a base de agua o silicona puede evitar molestias. Si es aromático y compatible con juguetes, como los lubricantes frutales de Desire Mosaic, mejor aún.
• Integra estimulación clitoriana
  Como mencionamos antes, el uso de un succionador externo como el Sensa puede transformar esta postura en una experiencia multiorgásmica. Su diseño ergonómico permite colocarlo fácilmente entre los muslos o sostenerlo con una mano sin cortar el flujo del momento.

Practicar la posición de perrito no es exclusivo del sexo en pareja. Muchas mujeres descubren nuevas sensaciones explorándola a solas con el apoyo de juguetes adecuados. En este contexto, el Sensa se convierte en un aliado ideal: su función de succión estimula directamente el clítoris mientras puedes adoptar una postura inclinada, con las rodillas apoyadas, permitiendo sentir la curva natural del cuerpo.

Esta práctica no solo ayuda a descubrir zonas de placer internas y externas, sino que fortalece la conexión entre cuerpo, mente y deseo. Y esa conexión, al final del día, es la que verdaderamente transforma una posición en una experiencia inolvidable.